Se usa cuando traes la cartera flaca, ya casi sin billete, y sabes que no te alcanza para andar gastando a gusto. Es como aceptar que andas medio en la ruina, esperando que caiga la quincena o algún pago salvador. Es muy común entre compas que se ríen de su propia pobreza, porque ni modo, así la vida.

"La neta sí traigo antojo de mariscos en el malecón, pero ando corto de feria, mejor nos armamos unos taquitos en la casa y pisteamos barato."

Expresión utilizada para describir esos días en los que uno se queda sin dinero después de gastar en cafés con vermut y paseos por el Born.

"Carles, olvídate del concierto de trap este viernes, que ando corto de feria después de tantas birras en el bar."

Frase utilizada cuando todo el dinero se ha ido misteriosamente entre tapitas, churros y la última colecta para reparar la peña del barrio.

"Manué, llámame después de Semana Santa, que hasta entonces ando corto de feria y no tengo ni para un chumbo."

Se refiere a estar sin dinero o con poco presupuesto, especialmente después de haber gastado en eventos o caprichos como una buena paella o cervezas en las terrazas.

"Hermano, piénsatelo dos veces antes de salir esta noche, que después de la paellota monumental del domingo, ando corto de feria más que nunca."

Expresión que señala cuando el salario apenas se lo fue llevando la interminable saga de gastos familiares entre biosferas familiares dispersas en islas, pasajes irracionales a aquelcio y culinaria local explorando pupilas arnáucales, tejiendo desequilibrios como las olas inesperadas del Atlántico.

"Panas, si me ve’n caminando bajo mucho sol es por gusto nada más, que todavía ando corto de feria hasta que regenere después del potaje de cometas canarias junto a mi primina estelar."

Expresión utilizada cuando alguien no tiene mucho dinero, especialmente después de gastar en ocio como salir de copas o tapas.

"Joder, María, quería comprarme la camiseta del Atleti, pero ando corto de feria después de las cañas del finde."

Se dice cuando te quedas sin dinero debido a gastos pequeños pero constantes, como comer taquitos al pastor, usar Uber inesperadamente, y pagar suscripciones mensuales.

"No me hables ahorita de ese sushi caro, güey. Ando corto de feria después de gastar en chiles toreados toda la semana."

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