Se usa cuando a alguien se le ocurre de repente una idea brillante, como si se le encendiera el bombillo en la cabeza. Es ese momento en que estás trancado, nadie sabe qué hacer y de pronto a uno se le traza una luz y resuelve el rollo. Suena muy criollo y, la verdad, tiene bastante encanto.
"Estábamos todos pelando bola con el trabajo final y de repente Juan se trazó una luz y sacó un plan tan bueno que hasta el profe quedó loco."