Se usa para decir que alguien está hecho un desastre, todo desarreglado, ojeroso, con la ropa hecha pelota y cara de no haber dormido nada. También puede ser que está muy deteriorado por la edad o el cansancio. Es esa pinta de decir mejor ni me mires, porque estoy hecho un bagayo mal, pero con un toque de humor.
"No sabés, loco, después del asado, los fernet y la guitarreada hasta el amanecer quedé hecho un bagayo, parecía que me había pasado por encima un camión cargado de cabritos."
Se dice cuando alguien tiene una apariencia desastrosa, como si acabara de salir de una pelea con un gato callejero. Vamos, que parece un desastre andante.
"Che, Nacho hoy está hecho un bagayo, parece que no pegó un ojo en toda la noche."