Se usa para hablar de un cambio brusco y sorprendente en una situación, como cuando todo se pone patas arriba de repente y nadie se lo veía venir. También puede referirse a alguien que cambia de opinión o de bando muy rápido, pegando un giro que deja a todo el mundo con cara de póker. Y oye, la palabra tiene su gracia.
"El Betis iba palmando y la peña medio mosqueada, pero en el descuento metieron dos goles seguidos y pegaron un tortillazo al partido que en el Villamarín hasta se cayó una bufanda del susto"
Golpe fulminante de calor que te pega en la cara al salir a la calle, similar a cuando abres una bolsa recién hecha de tortillas calientes.
"No manches, salí por unas cheves y me dio un tortillazo que parecía fogón."