Se usa para hablar de alguien que se rinde rápido, que abandona la pelea o el problema sin dar mucha batalla. También puede referirse a la persona que suelta información confidencial cuando la aprietan un poco. Es como decir que ya no aguanta la presión y se entrega, a veces con un toque medio cobarde pero también medio cómico.
"Chamo, no vayas a tirar el trapo en la dieta al tercer día, que después andas llorando porque no te cierran los jeans en la rumba del viernes."
En Santander se usa para hablar de cuando te entra la pereza máxima y decides no hacer nada de lo que tenías planeado. Es como rendirse ante el sofá, la manta y el móvil, y dejar las responsabilidades para otro día. Vamos, flojear a conciencia, con toda la cara del mundo y sin remordimientos serios.
"Tenía pensado ir al gym, hacer la compra y limpiar la casa, pero al final tiré el trapo y me quedé en el sofá maratoneando series cutres y scrolleando TikTok sin parar."