Se usa para describir a alguien que nunca se decide, que no se moja ni para bien ni para mal. Es esa banda que siempre está a medias tintas, sin pasión, sin compromiso y con cero iniciativa. No es insulto hardcore, pero sí un buen jalón de orejas disfrazado de chiste. Y hay que admitir que la frase suena bien dramática y sabrosa.
"No manches, el Chuy es bien tibio del alma, dijo que iba a renunciar, luego que siempre no, y ahora anda preguntando si le conviene o no mientras todos ya andamos en la peda de despedida."