Se usa para decir que alguien está tan borracho que habla fuerte, desordenado y con una alegría medio ridícula, como ruido de feria en pleno puerto. Cada cosa que suelta es un escándalo, mezcla de chiste malo, grito y canto chueco. En Valpo, más que insulto, suena a descripción cariñosa de carrete desbordado.
"La Caro llegó al asado piola, pero después del tercer terremoto ya sonaba como campana de feria, gritándole piropos al perro y cantando cumbia a todo pulmón en la vereda."