En Mérida se usa sarnar para decir que algo se complica, sale mal o se echa a perder, ya sea un plan, un trámite o hasta un guiso que se te quema. Es como cuando todo se enreda de la nada y uno piensa que el día vino embrujado. Y la neta, a veces sí parece que el universo se divierte.

"Íbamos bien tranquilos al paseo y se empezó a sarnar todo: se descompuso el carro, cayó un aguacero y al final hasta se nos perdió la hielera con las chelas."

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