Expresión sarcástica muy de rancho para cuando alguien se arregla de más para algo bien sencillo. Es como decir que va demasiado elegante para la ocasión, casi de gala para ir a la tienda o al mandado. Se usa entre compas y familia, con carrilla pero con cariño, aunque a veces sí va con su piquetito de burla.
"Ora sí, mijo, con esa camisita bien planchada y los botines boleados hasta brillosos, ¿vas a la tienda por refrescos o te invitaron a la alfombra roja? ¡Qué preciso andas!"