Se usa cuando alguien pone mucha atención a lo que otro dice, sobre todo en chismes sabrosos o comentarios malintencionados. Es como decir que estás ahí, bien atento, absorbiendo cada palabra. A veces se usa también para advertir que no hagas caso a lo que dice cierta gente, porque hablan por hablar y meten cizaña.
"Causa, no le prestes oído a la Rosa, esa flaca siempre viene con su chisme fresquito solo para armar pleito en el barrio."