En Cundinamarca se usa para decir que alguien va a fumar un cigarrillo, casi siempre para despejar la cabeza, matar el estrés o hacer una pausa en el trabajo o el estudio. Es muy de oficina, universidad o esquina con los panas. No es la palabra más fina del mundo, pero suena tan cotidiana que hasta da cariño.
"Uy, qué mamera de clase, parce, salgamos a pitear un ratico allá por la esquina antes de que el profe se ponga intenso otra vez"