En Huila se le dice picarón a la persona que se hace la mosquita muerta, pero en realidad es más viva que cualquiera. Se hace el despistado, pero está pendiente de todo para sacar ventaja, ya sea en negocios, en el amor o hasta jugando parqués. Y hay que admitir que a veces hasta cae bien su maña.
"No se deje engañar por la sonrisita de Ramiro, mija, ese man es más picarón que zorro viejo y si se descuida le vende hasta el río Magdalena en bolsitas."
En Piura, picarón no es solo un postre brutalmente rico, también es la forma de llamar al que anda coqueteando a cada rato, medio malcriado pero en plan juguetón. Es ese pata que tira floro a todo lo que se mueve, aunque sepa que no le van a hacer caso. Y hay que admitir que a veces da risa verlo en acción.
"Ese Carlitos es un picarón, ayer en el centro le tiraba floro hasta a la señora que vendía raspadillas y encima salió perdiendo el vuelto."
Se usa para hablar de alguien medio travieso, coqueto y con malicia ligera, pero en buen plan. Es esa persona que siempre está tirando la onda, echando miraditas y soltando comentarios dobles sentidos para ligar. No es algo agresivo, más bien juguetón y simpático, aunque a veces se pasan tantito, pero justo ahí está la gracia.
"No te hagas, tú también eres bien picarón, nomás ves que llega la morra nueva al antro y ya estás soltando chistes y miraditas como si fueras galán de novela."
Término coloquial para describir a alguien que siempre tiene una respuesta pícara o juguetona, típico del coqueto sinaloense que nunca pierde oportunidad de lanzar un guiño.
"No le creas nada al Nacho, es bien picarón; todo lo que dice lleva doble sentido."
Se usa para referirse a alguien que es un coqueto de primera, le encanta andar lanzando miraditas y sonrisas por doquier.
"Mira a ese picarón, apenas entró al bar ya estaba echándole el ojo a medio mundo."