En Tabasco perrear es irse con todo a la fiesta, sudar la gota gorda en la pista y mover el cuerpo al ritmo del reggaetón hasta que las piernas pidan auxilio. No es solo bailar pegadito, es vaciar la pila bailando, cantando y echando relajo con la banda. Y la neta, tiene su encanto fiestero.
"Wey, hoy sí vamos a perrear sabroso en el antro, hasta que cierren el lugar y terminemos desayunando garnachas en la esquina todos sudados."
En Campeche, perrear no es solo pegarse al ritmo del reguetón, también es salir de fiesta con la banda a sudar la pista y olvidarse de las penas. Es ir con toda la actitud, cero pena y mucho movimiento de cadera. Y la neta, cuando el perreo se pone bueno, hasta el más tímido se anima.
"Ya cobré la quincena, así que alístate porque hoy vamos a perrear sabroso en el malecón, hasta que amanezca y el DJ se quede sin rolas."
En Huila perrear es irse de rumba a lo loco, bailando pegadito, moviendo cadera sin vergüenza y gozando hasta que el cuerpo aguante. No es solo bailar reguetón, es salir a quemar la pista, vacilar con los panas y dejar el drama en la casa. Básicamente, salir a desordenarse sabroso, con música dura y cero pena.
"Hoy cobré la quincena, así que alístese que nos vamos a perrear por todo Neiva, a punta de reguetón y aguardiente hasta que amanezca en el malecón"