En El Salvador se usa para hablar de una persona joven, casi siempre un niño o un adolescente que todavía anda en modo travesuras. Es una forma muy coloquial y cariñosa, aunque a veces también suena a regaño cuando el pelado ya se pasó de la raya. Es de esas palabras que se oyen en cada colonia y en cada reunión familiar.
"Mirá vos, los pelados de la vecina ya volvieron a tocar timbre y salir corriendo, esos bichos andan hechos pura dinamita desde la mañana."
En Honduras se usa pelado o pelada para hablar de un niño o una niña de forma muy coloquial, casi como decir chaval o chamaco. No suena fino ni formal, es más bien de barrio, de plática entre vecinos o familia. A veces también se usa para adolescentes que siguen siendo medio críos, aunque ya se crean muy grandes.
"Mirá vos, los pelados del vecino llevan toda la tarde jugando a la pelota y armando bulla en la cuadra, ni el perro ha podido echarse una siesta tranquilo"