Se usa cuando algo golpea, suena o se mueve todo flojo y desajustado, como un escaparate viejo que ya ha visto demasiados golpes. Puede ser un carro, una puerta, hasta una persona caminando todo chueco. La idea es que cada movimiento hace ruido raro y parece que se va a desarmar. Y sí, da risa pero también un poquito de lástima.
"Chamo, ese carro tuyo cuando agarra un hueco le pega como a mueble viejo, suena más que la licuadora de mi abuela un domingo sin arepas."