Usar la voz al máximo volumen posible para llamar la atención. Es el método favorito de las abuelitas trujillanas cuando los nietos andan en travesuras.
"Estaba tan metido en el partido de fútbol que mi mamá tuvo que pegar el grito desde la ventana para que subiera a cenar. ¡Vaya susto me dio!"
Expresión usada para llamar la atención de alguien que se está haciendo el distraído o anda medio perdido, con un poco de emoción y volumen, obviamente.
"Cuando Juan no me vio llegar al boliche, le pegué el grito desde la puerta ¡Parecía que lo tenía en altavoz!"
Se usa cuando alguien se enoja fuerte o se asusta mal y larga un grito que se escucha hasta en la otra punta del barrio. No es solo avisar algo, es explotar, retar o armar bardo con voz bien alta. Muy de vieja, jefe o profe que pierde la paciencia y hace temblar hasta al perro.
"Che, el Nico rompió el vidrio jugando a la pelota y la vieja pegó el grito que hasta el kiosquero de la otra esquina se enteró del quilombo."