Expresión muy usada para decir que alguien está sin un centavo, pelando, sin ni medio en el bolsillo. Es como imaginarse un pato sin plumas, totalmente desprotegido y sin nada encima. Se usa cuando ya se gastó todo el sueldo, la quincena o hasta los ahorros, y uno anda viendo cómo hace milagros.
"Hermano, después de pagar la luz, el internet, la moto y la birra del viernes, quedé pato pelao, ando pidiendo fiado hasta en la panadería"