Expresión jocosa muy usada cuando alguien hace algo indebido, medio pecaminoso o medio cochino, y luego intenta taparlo como si nada. Es como decir que están disimulando la maldad con cara de angelitos. Suena religiosa, pero en la práctica se usa más para el chisme sabroso que para hablar de misa.
"Después del paseo, Juan y María se quedaron echándole tierra al santo detrás de la iglesia, y luego llegaron a la casa dizque cansadísimos de rezar el rosario."