Significa prestar mucha atención a lo que pasa alrededor mientras fingís que estás en otra, como si no te importara nada. Es la técnica maestra para cazar chismes, escuchar conversaciones ajenas o enterarte de todo sin quedar como metido. Básicamente, estás con la oreja parada aunque la cara diga que estás en modo colgado total.

"Vos hacé que mirás el celular, pero orejeá bien que la Moni y el Fer están bardeando a medio curso y capaz te ligás un chisme fresco."

Cuando alguien se pone a escuchar chismes pero no es parte de la conversación, como un detective encubierto pero sin el equipo profesional.

"No te pongas a orejear cuando platicamos, mejor vente al mitote."

Dar mucha información o bochinchear más de la cuenta. Es como abrir el micrófono cuando nadie lo pidió.

"Mae, no te pongás a orejear sobre la fiesta del viernes porque solo vos sabías que iba Fiorella."

Se usa para cuando estás en el bar o en cualquier lado haciéndote el distraído, mirando el vaso o el celular, pero en realidad estás con la oreja parada cazando cada chisme ajeno. Es el arte fino de escuchar conversaciones de los demás sin meterte, pero quedándote con toda la data. Y hay que admitir que es un deporte local.

"Estábamos en el boliche tomando una birra tranqui y el Nico, en vez de hablar con nosotros, se quedó orejeando la mesa de al lado y después nos contó todo el puterío del pueblo con lujo de detalles."

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