Se usa cuando le tirás a alguien un elogio tan exagerado que lo dejás inflado de ego, como si fuera una mezcla de Gardel, Messi y la abuela que cocina mejor del barrio. Es subirlo al pedestal máximo con palabras, aunque sea medio en chiste. Y hay que admitir que a veces se nos va la mano con lo que decimos.
"Al Juani le dije que su guiso está tan bueno que si abre un bolichito en el barrio se hace millonario en dos semanas, lo mandé al cielo y quedó agrandado mal."