Se usa cuando algo sale tan mal que ya ni da rabia, da risa de lo exagerado que es. Es como decir que la situación está en la peor versión posible, todo salió torcido y uno solo puede reírse para no llorar. Muy útil para comentar desastres cotidianos con humor negro medio dramático.

"Íbamos tarde, se dañó el carro, empezó a llover y encima olvidé la billetera en casa, pana, qué fatalísimo todo ese paseo improvisado"

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!