Se usa en Panamá para describir ese estado de fiesta intensa donde estás tan prendido, tan buena vibra y tan sociable que a todo el mundo le dices fren, hasta al guardia y al man del baño. Es como una mezcla de euforia, amistad instantánea y descontrol sano. Básicamente, cuando la rumba se te sube a la cabeza pero en modo buena onda.
"Man, el sábado agarré un frenesco en la disco de la 12 de Octubre que saludaba hasta a los meseros como si fueran mis primos y terminé bailando arriba de la tarima con un poco de frenes nuevos."