Forma cariñosa y bien confianzuda de llamar a un amigo, tenga o no tenga barriga. A veces se usa con un toque irónico para el pata que es medio flojo, casero o que vive pegado a la comida. No es para decirlo a cualquiera, solo entre causas con harta confianza, si no puede sonar pesado.
"Oye, gordo, deja de hacerte el casero, sal de tu jato y jálate pa'l tono que hoy rompemos la pista hasta que amanezca."
Una manera cariñosa en Buenos Aires de referirse al novio o la pareja, no importa si el tipo es un fideo con patas. El amor engorda el corazón, dicen.
"Che, gordo, ¿compraste las entradas para el partido o te haces el sota?"
En Huila se usa gordo o gorda como forma de cariño para la pareja, amigos cercanos o familia, sin que tenga que ver con el peso real de la persona. Es como decir amor, nene o mijo, pero con ese toque costeño-andino que suena cercano y sabroso. Eso sí, mejor usarlo con gente de confianza o te miran raro.
"Oiga, gordo, ¿va pa'l río mañana con la gallada o se va a quedar tirado en la hamaca roncando todo el día?"