Forma coloquial y medio de broma para referirse al smartphone, como si fuera un cacharrito mágico que sirve para todo menos para llamar. Se usa cuando alguien está pegado al teléfono o cuando se tira de internet para resolver cualquier cosa. Suena cariñoso, un poco burlón y muy de época en la que el bolsillo manda más que el cerebro.
"Ñaño, deja un chance el llapachín, que ni a tu mamá le contestas pero bien que pasas horas viendo memes y stalkeando a tu ex."