Expresión bien sabrosa del oriente venezolano para decir que alguien está exageradamente atractivo, de esos que uno ve y provoca comérselo a besos. Se compara a la persona con un manjar de coco, un postre típico, dulce y cremoso, que nadie rechaza. Es un piropo juguetón, medio goloso, que suena a playa, brisa y ganas de romance.
"Mija, desde que te arreglaste ese cabello y te pusiste ese vestidito playero estás como un manjar de coco, en la fiesta del malecón te van a caer encima hasta los mototaxistas."