Se usa cuando decides posponer algo sin culpa, casi con orgullo, porque prefieres seguir en el cotorreo a ponerte responsable. Es procrastinar pero con sombrero, banda de fondo y cero remordimiento. Muy de decirlo entre compas mientras se arma la plática larga y el tiempo se va como si nada, que la vida no se hizo para andar tan a las prisas.

"Nah, la tarea la puedo largar pa' luego, mejor vamos al jardín a echarnos unas chelas y a ver qué chisme traen los compas del rancho."

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