Término usado para referirse a comer con entusiasmo y sin modales, devorando la comida como si fuera el último plato sobre la Tierra.
"No invites a Pedro cuando haya hallacas; él no come, ¡él lambe!"
En la Costa Caribe se usa lamber para hablar de comer con un gusto brutal, casi relamiendo el plato. Es cuando atacas la comida con hambre de verdad y no de postureo, y no dejas ni una miga. Suena a puro sabor callejero, a esquina, fritanga, chuzo nocturno y barriga feliz.
"Compadre, salimos de la rumba pelaos de hambre y terminamos lambiendo butifarras, carimañolas y arepitas en la esquina hasta que no quedó ni el olor."