En Honduras se usa jamar como sinónimo de comer, sobre todo cuando alguien tiene un hambre brutal y se quiere zampar todo lo que ve. Es una palabra bien callejera, más de compas que de abuela fina. Suena a que no vas a picar algo ligero, sino a que vas a arrasar con la mesa.
"Loco, ando con un filo criminal, voy a jamar baleadas hasta que no pueda ni moverme del sillón"