Se dice de alguien que habla mucho, a veces de temas triviales, como si tuviera una rueda en el cerebro que no para.
"Juan estaba tan emocionado con su nuevo proyecto que en la reunión hablaba hasta por los codos, al punto que nos perdimos tres veces."
Expresión usada para describir a alguien que no para de hablar, como si sus codos también participaran en la charla.
"Mi tía Lupe habla hasta por los codos; ayer nos contó chistes, historias y recetas sin parar."
Dicho para esos parceros que no paran de hablar ni debajo del agua, ya sabes, los que te cuentan hasta la historia de cómo llegaron a comprar una empanada.
"Parce, el Juan es un caso perdido, se sienta en el café y empieza a hablar hasta por los codos. Ya sabemos todo sobre la tía abuela de su vecino."