Dicho de alguien que está fuerte como un roble o algo que impresiona por su tamaño o peso.
"Después de tanto gimnasio, Juan ya no es Juanito, ahora está tocho y levanta hasta los coches."
Dícese del morlaco que se pasa tanto en el gym que parece un armario empotrado, ya sabes, cuadrado y almohadillado.
"Chaval, desde que va al gym cada día está más tocho. ¡Ya no cabe ni por los tornos del metro!"