Se usa para decir que alguien está demasiado acelerado, intenso o medio descontrolado, como si estuviera a punto de derrapar en cualquier momento. Puede ser porque habla sin parar, porque se pone muy manija con algo o porque reacciona exagerado a todo. Es una forma medio en chiste de decirle que afloje un poco y se calme.
"Bajá un cambio, flaco, estás re pasado de aceite con la mina, la vas a espantar si seguís tan manija mandándole mensajes cada cinco minutos."