Se usa para decir que alguien anda pasando por una racha bien complicada, como si fuera manejando por un túnel larguísimo donde todo se ve oscuro y no se ve la salida. Puede ser por deudas, broncas familiares, problemas de chamba o puro desmadre acumulado. No es para espantar, más bien es un jalón de orejas con cariño.
"No manches, primo, ya deja las apuestas y ponte las pilas, porque con tanto fiado y tanta deuda estás en el túnel bien gacho."
Se usa para describir a alguien que está distraído o desconectado del entorno, como si estuviera atrapado en un túnel donde no ve ni escucha nada de lo que ocurre afuera.
"Oye, Gonzalo, deja de estar en el túnel y pon atención en la clase, que después no entiendes nada."