La fatídica resaca, ese sufrimiento después de una noche épica de fiesta. Te levantas y te sientes como si un camión te hubiera pasado por encima.
"Qué guava, todavía estoy de goma por la fiesta del sábado; sentía que la cabeza me iba a explotar."
En Bolivia se dice estar de goma cuando andas con una resaca brutal después de haberle dado duro a la bebida. Es como estar hecho polvo, con la cabeza taladrada y el estómago en huelga. Básicamente, tu cuerpo te está cobrando la factura de la farra de anoche, y con intereses bien altos.
"Ni me hables de ir a la chamba, anoche nos fuimos de farra hasta las mil y ahora estoy de goma que hasta el perro me ladra bajito."