Expresión correntina para decir que alguien está reventado, fundido, sin una gota de energía. Hace referencia al cansancio extremo del peregrinaje a la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, con calor, caminata eterna y promesas a cuestas. Es como decir que quedaste destruido, pero con ese toque bien litoral que tiene su encanto propio.
"Che, después de caminar hasta la costanera, bailar chamamé, tomar tereré y seguir la joda hasta el amanecer, quedé como el Itatí, no me levanto ni con un sapucay al oído."