En Coquimbo se usa para decir que alguien está poniendo mucha oreja, escuchando con atención chismes o conversaciones ajenas, bien sapo y metido en lo que no le incumbe. Es como andar atento a cualquier cahuín que pase cerca, listo para enterarse de todo antes que el resto. Y hay que admitir que a veces es entretenido cototearse un rato.
"La tía del pasaje se cototeó tanto detrás de la cortina que cachó al tiro que el vecino tenía polola nueva y ya estaba tirando el cahuín en la feria en la mañana"