Se dice cuando alguien está empanado, distraído perdido o haciendo las cosas sin ponerles ni media neurona. Es como si tuviera la cabeza en otro sitio, más pendiente de tocar la gaita imaginaria que de lo que tiene delante. Vamos, que está en modo piloto automático y no se entera de la película.
"Tía, hoy en clase has estado a la gaita total, el profe te ha preguntado tres veces lo mismo y tú con cara de Windows colgado pensando en el finde en el pueblo."