Se usa cuando una situación se empieza a poner desordenada, intensa o media caótica, como que todo se pega y se mezcla sin control. Es muy de carrete, de cuando el ambiente pasa de tranqui a desmadre en cosa de minutos. No siempre es algo malo, a veces es puro chiste, pero igual avisa que la cosa se está desbordando.
"Partimos tomando piola en la casa de la Dani y a la media hora ya había reguetón a todo chancho, gente bailando en la mesa y el vecino alegando, estaba quedando la masita"