Forma juguetona y coloquial para decir que alguien está escribiendo sin parar, dándole duro al teclado o al cuaderno como si no hubiera mañana. Suena a cantadito y exagera la acción, como cuando uno entra en modo inspiración loca y ni se acuerda de parpadear. Y hay que admitir que la palabrita tiene su encanto.
"Desde que le regalaron esa laptop, el carajito se sienta en la ventana con su café y no para de escribibiri como si le pagaran en arepas por párrafo."