Se usa cuando alguien vive o cuenta una situación como si fuera una telenovela eterna, llena de drama, lágrimas y giros locos. Es típico de cuando exageran cualquier problema mínimo y lo convierten en un show. Muy de culebrón venezolano de los de antes, con música triste y miradas larguísimas incluidas.
"Juanita perdió el bus y armó un drama tan ridículo que todos en la parada pensaban que estaba sintiendo un culebrón de esos que pasan a las nueve."