En Cundinamarca se le dice chupaflor a la persona que vive coqueteando con todo el mundo, que no se queda quieta con nadie y va de romance en romance como colibrí en jardín ajeno. No es necesariamente mala vibra, pero sí deja claro que el sujeto es más inestable que promesa de político en campaña.
"Uy, ese Juan sí es un chupaflor, ayer estaba de la mano con Laura en la plaza y hoy amaneció mandándole corazones por WhatsApp a la prima de mi vecino."