En Ecuador se usa para hablar de un desorden tremendo, un caos donde todo está mezclado y nadie entiende nada. Viene del nombre del aderezo, que lleva mil cosas juntas, así que la idea es que todo está revuelto y sin control. Es de esas palabras que suenan graciosas incluso cuando el desastre es serio.
"Man, abrí la mochila de mi hermano y estaba hecho un chimichurri, cuadernos con ropa, el sánduche aplastado con los deberes y hasta las llaves metidas en el zapato."