En Mérida se usa para hablar con cariño a una persona mayor, normalmente un señor con experiencia y cierto respeto en el barrio. Es como decir tío o don, pero con sabor bien yucateco y sin mala leche. Suena cercano, de confianza, casi como hablarle a ese vecino sabio que lo ha visto todo y siempre tiene un chisme.
"Oye chichí, ¿me prestas tu bicicleta un ratito? Te juro que ahora sí no me voy a ir hasta el periférico como la vez pasada que casi me andan buscando los bomberos."
Forma cariñosa y súper dominicana de decirle a un niño pequeño o bebé, porque aquí hasta para los más pequeños tenemos flow.
"¡Ay, pero qué lindo está ese chichí con su gorrita de yanquis!"
En Yucatán chichí es la forma cariñosa y muy de pueblo para hablar del pecho femenino, sobre todo de las madres y las abuelas. No suena tan morboso, más bien tierno y familiar, como de infancia pegada a la falda de la abuela. A veces se usa en bromas sobre ser muy consentido, casi como decir que alguien sigue pegado a la teta.
"Cuando me ponía a berrear por cualquier tontería, mi abuela se reía y decía ven acá, muchacho, que con mis chichís se te quita lo chillón, y yo me quedaba dormido en dos minutos"
Forma coloquial en Guatemala para referirse al dinero. Porque, ¿quién no quiere pasarla bien y 'finear', pero sin chichí?
"No puedo salir a chupar esta noche, ando sin chichí en el bolsillo."