En México se usa para decir que alguien está cuidando o protegiendo a otra persona de forma exagerada, casi como guardaespaldas intenso. Aplica mucho entre compas, parejas o familia cuando uno se pone súper sobreprotector. A veces se dice en plan burla cariñosa, porque la neta da risa ver a alguien chalequeando tan duro.
"No manches, el Juan ya anda bien intenso chalequeando a su morra, ni la deja ir sola a la tiendita de la esquina."
Cuando alguien te deja plantado o cambia de planes a última hora como si nada. Te quedas ahí, con cara de chihuahua mojado.
"Ayer iba a salir con el Jorge pero me chalequeó porque prefirió irse al cine con su novia. ¡Qué mala onda!"