Expresión zuliana para decir que alguien se quedó dormido de una vez, rendido, como si lo hubieran apagado. Suele usarse después de una rumba larga, una comilona brutal o cuando el cansancio pega durísimo. Es muy gráfica, porque te imaginas a la persona tirada patas arriba sin enterarse de nada, y la verdad es que tiene su encanto.
"Chamo, después de esas tres birras, el patacón y la bailadera, llegué a la casa y caí patas pa' rriba en la cama, ni escuché cuando se fue la luz."