En Santiago del Estero se dice ángel caído para hablar de esa persona que tiene cara de santo, sonrisa tierna y modales suaves, pero en realidad es la mente maestra de todas las travesuras. Parece inocente, pero siempre está metido en quilombos. Es ese que tu abuela adora y tu grupo sabe que es el más bandido de todos.
"Mirá a la Luli, toda modosita ayudando a la seño, y después resulta que fue el ángel caído que organizó la fuga del curso para ir a tomar teres en la esquina"
En Sonora se le dice ángel caído al compa que siempre acaba bien tumbado en las fiestas, el que nunca sabe cuándo parar la pisteada. Es el rey del despapaye, el que arma el relajo, canta, grita y termina siendo leyenda al día siguiente. Es medio tragedia y medio chiste, pero todos lo quieren en la bola.
"Ahí va el Rafa, otro ángel caído, ya va en la quinta caguama y todavía quiere karaoke, banda en vivo y after en la playa con fogata y todo el rollo."
Se usa para hablar de esa persona que parece un santo, re buenita y tranqui, pero en el fondo es tremendo personaje. Te sonríe, te tira buena onda y después te clava el visto, se come tus facturas o te manda al muere sin culpa. Es como decir que es medio diablin pero con cara de nene de comunión, y la verdad es que todos conocemos uno.
"Ojo con el Nico, parece un pan de Dios pero es un ángel caído, la otra vez se comió todas las tortas fritas y encima me dejó pagando el asado con la tarjeta hasta en 6 cuotas"
Se usa para hablar de alguien que antes era todo juicioso, bien portado y casi santo, pero que de un tiempo para acá se desató con la rumba, el trago y el desorden. Es como decir que se le cayó la aureola y ahora anda en modo farra total. Y hay que admitir que a veces el cambio tiene su gracia.
"¿Te acordás de Pedro, el que solo iba a la iglesia? Ahora es todo un ángel caído, lo vi en Cúcuta bailando guaracha hasta las seis de la mañana con media botella de aguardiente en la mano."
Se usa para hablar de alguien que tenía fama de santo, buena gente y todo correcto, pero con el tiempo se le ve lo tremendo, lo bandido o lo maldadoso. Es como decir que se le cayó la aureola y ahora muestra su verdadero lado oscuro. Y hay que admitir que a veces la caída es bien escandalosa.
"Ese man en el barrio lo tenían de ejemplo, y mira, salió más torcido que un plátano maduro, todo un ángel caído de esos que ya nadie se cree."