Se usa para hablar de alguien que no para quieto, que todo el día anda de aquí para allá, metido en mil mandados, chismes y vueltas. Es como decir que trae las patas bien ligeras y que nomás llega a un lado para ya estarse yendo a otro. Y la neta a veces hasta cansa verlo.
"No lo he visto en todo el día, seguro anda tanto, ahorita en la feria, luego en el café y al rato quién sabe en qué pachanga."