Expresión muy usada en el sur de Chile para decir que alguien está decidido, motivado y no se rinde ni a palos. Es como estar aferrado a una idea o tarea con pura porfía y ganas, aunque el panorama esté feo. Viene de la imagen del perro que no suelta el hueso, bien tozudo pero con harto corazón.
"Aunque llueva a cántaros y haga un frío de los mil demonios, el Juanito anda aperrado y se va igual en bicicleta pa'l bosque a entrenar como si nada."
Se dice de alguien que tiene mucha suerte, como si todo le saliera perfecto sin esfuerzo.
"¡Este compadre sí que anda aperrado! Se encontró veinte lucas en la calle y justo pasaba el bus exprés para la pega."
Se usa para hablar de alguien que enfrenta la vida con puro coraje, sin achicarse ni aunque la cosa venga fea. Es tirarse de cabeza a lo que toque, con más valentía que cálculo, como perro bravo que no suelta la presa. A veces roza lo imprudente, pero hay que admitir que tiene su encanto bien chileno.
"El Nico anda tan aperrado que renunció a la pega, se fue a Coquimbo con cien lucas en el bolsillo y dijo que iba a armar su propio chiringuito en la playa sí o sí."