Significa ir por la vida sin preocupaciones, como alguien que no planifica nada. Se usa para describir a personas que viven el día a día improvisando sobre la marcha.
"Ese compadre anda al lote, nunca sabe en qué día vive ni dónde dejó las llaves. Siempre está en la suya, como si el mundo fuera un carnaval."
Significa estar deambulando sin rumbo fijo o haciendo las cosas a la buena de Dios, muchas veces con una pizca de despreocupación.
"Oye compadre, deja de andar al lote y mejor ponte a hacer algo productivo antes que el jefe te pille."