Se usa para decir que alguien anda con el cuerpo pasado de calor, medio derretido, ya sea por el sol brutal del norte o porque viene de un carrete tan intenso que quedó sudando como tetera. Es como andar recalentado, medio aletargado, pero igual siguiendo en la suya. Y hay que admitir que suena bastante gráfico.
"Hermano, después del carrete en la playa con fogata y piscola, andábamos todos a vapor, chascones y sudados, buscando cualquier sombra pa' no morir asados."