Se usa cuando te toca ser el tercero en discordia en una cita o salida, mirando cómo la parejita se da cariño mientras vos estás más solo que el mate de la oficina en vacaciones. Básicamente sos el que sobra, el que mira y banca la situación con estoicismo. Y sí, da risa hasta que te pasa a vos.
"Salimos con Martín y la novia al boliche, se pasaron la noche a los besos y yo ahí, tomando birra tibia y aguantando la vela como un campeón."